domingo, 23 de febrero de 2014

Ex-libris para unos versos de Omar Khayyam

Walter Crane (1845-1915) fue un artista inglés que junto a ilustraciones de libros infantiles se dedicó al diseño de papeles y tejidos. Buen grabador de madera aplicó sus conocimientos a la creación de ex-libris. El que nos ocupa, probablemente dedicado a un familiar, nos presenta en el recuadro central una escena tomada del cuarteto del poeta persa Omar Khayyam (1048-1130) transcrito en su parte inferior. Poeta materialista y de gran sensualidad en el poema nos presenta uno de sus grandes placeres, la lectura bajo el árbol cargado de fruta, el alimento sencillo representado por el pan, y la cántara de vino que alegrará sin duda el camino que nos lleva al paraíso. La naturaleza, representada por la cigüeña y la luna menguante, contribuye a realzar la placidez y la serenidad. A ambos lados y en sentido vertical sus instrumentos de trabajo, un lápiz y una pluma; en el ángulo superior izquierdo, sus pinceles y su paleta con su anagrama; en el centro y abrazando la escena la inicial de su apellido.



Alfabeto de Art Nouveau

Esta R pertenece a un alfabeto diseñado por el francés E. Mulier. Seguidor del estilo Art Nouveau, como puede apreciarse, fue publicado en París el año 1903. Las formas curvas y los tonos y colores suaves hace nuestra letra ideal para un cartel, un anillo o un vaso de licor. Nunca la pondríamos al inicio de un capitulo pero sí en un broche. Los extremos nos recuerdan simpáticos gusanos o bromistas culebrillas que se contonean atrayéndonos la atención, queriéndonos seducir para que las acojamos en nuestro pecho y la dejemos colgar del hilo de plata que pende en nuestro escote. Decididamente nunca será relevante pero sí decorativa, como el tiempo despreocupado en que fue creada.









sábado, 22 de febrero de 2014

Concierto de oboe de Albinoni

Famoso por un adagio en sol menor, del que se duda su autoría, Tomaso Albinoni (1671-1751) compuso alrededor de 200 obras contando sus cerca de 50 óperas. Amigo de Vivaldi y violista poco se sabe de su vida. Hijo de un comerciante de papel veneciano estudió violín y canto, y aunque consiguió la fama con sus óperas, hoy en día es reconocido por su música instrumental, sonatas y conciertos. Muestra de su importancia en la música clásica es que el mismísimo Bach utilizó algunos de sus temas en sus composiciones. Dentro de los conciertos destacan los doce para oboe que se debieron escribir en torno al principio de la segunda década del siglo XVIII. Todos los conciertos alternan movimiento rápido, lento y rápido y su duración no llega a los diez minutos. En esta ocasión podéis escuchar el concierto nº 12 interpretado por los maestros del oboe Alison Alty y Anthony Camden acompañados por la orquesta de cámara London Virtuosi y dirigidos por John Georgiadis.


Más refranes sefardíes

En estos momentos que se habla de dar la nacionalidad española a los judíos sefardíes no debemos olvidar que desde hace más de quinientos años llevan conservando nuestro idioma tal y como se usaba en el momento de su expulsión. Es verdad que en sus muchos éxodos han ido tomando palabras de otros idiomas, como el turco o el griego, pero siempre como préstamos que se reciben y agradecen del lugar de acogida. Muchos de estos judíos que se habían establecido en el centro de Europa y se consideraban ciudadanos europeos tuvieron que huir cuando el nacionalsocialismo aplicó su política de exterminio. En busca de un nuevo mundo se embarcaron hacia el continente americano, recalando tanto en tierras del sur como del norte. De entre estos últimos Isaac Jack Lévy recopiló los refranes que aún conservaban del castellano y los publicó, junto a un estudio sobre el refranero, en 1969 con el título de Prolegomena to the study of the refranero sefardi. Del total de refranes forma dos grupos, en uno nos presenta aquellos que son fiel reflejo de los refraneros castellanos de la época; mientras que en el otro grupo encontramos refranes a los que no ha podido encontrar modelo o claramente han surgido a partir de las nuevas condiciones de vida una vez exiliados de su patria. La muestra que presentamos pertenece al primer grupo.

A kada uno li gueli bien su pedu.

Al ombri artu, lo dulse amarga.

Amor di madri, ke lo demás es aire.

Bien ama, ken nunka olvida.

Buena fama todu inkuvre.

Dime kon ken vas i te diré kén sos.

Dinguno savi lo ke ay en la oya, sino la kucara ki la mineya.

Dondi no ay din no ay don.

En kaza yena, prestu si giza la sena.

En la ora más oskura esklaresi.

Fue por lana, i vino triskilado.

Kada uno si araska onde le kome.

Ken a feo ama, irmozo li paresi.


(Lévy, Isaac Jack; Prolegomena to the study of the refranero sefardi, New York, Las Americas Publishing Co., 1969)


domingo, 16 de febrero de 2014

Los pensamientos de Napoleón

Honoré de Balzac recopiló entre los documentos de Napoleón Bonaparte los pensamientos del gran estratega corzo. Amante de la libertad y defensor de la república no podía ocultar cierto desprecio por el pueblo llano. Las relaciones con sus soldados y súbditos podían ser paternales o de sumisión. Al sentirse soberano se igualaba a Dios y veía en su misión una necesidad y transcendencia que lo situaba por encima del resto de los mortales. El escritor Joseph Roth lo retrató magistralmente en su novela Los cien días, desplegando sus contradicciones y desgracias, sus dudas e ilusiones.
Napoleón opinaba de todo, del arte militar, de la soberanía, de la religión, de la realeza o de la política. Los franceses, la revolución, las leyes o el matrimonio también entraba entre sus intereses. Dejamos aquí una pequeña selección de sus juicios.

Los reyes pagarán cara mi caída.

A la larga, un exceso de poder acaba por pervertir a la persona más honrada.

Las locuras de los demás nunca nos hacen sensatos.

Carecer de patria es vernos privados del cuarto donde nacimos, del jardín que recorrimos en nuestra infancia y de la habitación paterna.

Los golpes del destino son como los de la prensa de acuñar monedas: imprimen su valor a las personas.

El azar es el único rey legítimo del universo.

En la posición en que me hallo, sólo encuentro nobleza en la chusma que he desatendido, y sólo veo chusma entre la nobleza creada por mí.

La muerte es un dormir sin sueños y, quizá, sin despertar.

El necio tiene sobre las personas inteligentes la gran ventaja de estar siempre contento de sí mismo.

En la corte es un gran error no colocarse delante.

El hombre de frente tersa no ha reflexionado nunca.

Las novelas son la historia de los deseos humanos.


(Napoleón, Máximas y pensamientos, Trad. José L. Gil Aristu, Barcelona, Círculo de lectores, 2004)

"Adiós, hasta mañana" de Maxwell

¿Existen los libros imprescindibles? ¿Cuántos pueden serlo? ¿Sólo son imprescindibles los clásicos? ¿Lo son a la vez para todos los lectores? ¿Cómo y cuándo sabemos que un libro es imprescindible? Difícil de responder a estas preguntas con seguridad. Sólo me aventuraría a afirmar que sé que un libro es imprescindible cuando lamento haber tardado tanto en conocerlo o, si está recién editado, que su autor haya tardado tanto en ofrecérnoslo.
William Maxwell (1908-2000) además de buen editor (por él pasaron Salinger, Updike o Cheever) fue un gran escritor que supo crear una corta pero magnífica carrera literaria. Adiós, hasta mañana fue su última novela (1980) y en ella nos cuenta cómo el destino puede destruir lo que en un determinado momento nos ofrece, o puede ofrecer, la vida. Ya anciano nuestro protagonista vuelve la vista a su infancia y recuerda cómo un asesinato cortó de raíz lo que podría haber sido una buena amistad. Mientras construyen su casa, al atardecer, se acerca para deambular entre los tablones y travesaños de una construcción aún a cielo abierto. Allí conoce a un muchacho con el que lentamente establece una relación. Pero cuando parece que puede surgir la amistad, el padre de este muchacho mata a uno de sus vecinos. Desde entonces no vuelven a hablarse y prácticamente desaparece de su entorno. Muchos años después intenta descubrir qué es lo que ocurrió, necesita saber las razones de ese asesinato porque sólo así podrá imaginar qué fue del imposible amigo que perdió. "Adiós, hasta mañana" era la frase de despedida cuando dejaban atrás la casa a medio construir y volvían cada uno a su suya para la cena. Maxwell reproduce aquellos sucesos que dejaron sin sentido la despedida y nos plantea el poder y la añoranza por lo perdido. Imprescindible.

(William Maxwell, Adiós, hasta mañana, trad. Gabriela Bustelo, Barcelona, Libros del Asteroide, 2008)

domingo, 2 de febrero de 2014

Malas Notas 49

A pesar de que continuamente ensayaba conversaciones, sólo a veces lograba introducir alguna en los días siguientes, y éstas siempre sonaban falsas y deslucidas como una triste y evidente parodia.

Mientras que entre los hombres el sentimiento más destructivo son los celos, entre mujeres el que se manifiesta con más virulencia es la envidia.

¿Se puede vivir sin ser correspondido? Parece ser que sí, aunque aún nadie ha podido explicar cómo.

No hemos nacidos para ser leídos sino para que nos cuenten.

La nostalgia es una enfermedad de la memoria, como la melancolía lo es del deseo.

Una R muy artística

Jean Midolle fue un calígrafo, miniaturista y creador de tipografías del siglo XIX. Dentro de su alfabeto Lapidaire Monstre nos encontramos con esta R dividida horizontalmente en tres estratos. Si el primero nos muestra motivos florales que bien podrían ser la base de un estampado textil y en el segundo podemos apreciar ondas y cenefas como bordadas sobre lienzo por manos ágiles, será en la parte baja donde reivindicará a dos genios unidos por la letra inicial. Rabelais, nacido al finales del siglo XV, es un humanista que satiriza a la sociedad por medio de la risa en sus cinco libros sobre la vida y aventuras de Gargantúa y Pantagruel. Rossini, que nació tres siglos más tarde, también usará la risa como fundamento de su arte, muchas de sus óperas son alegres, festivas, divertidas, uno es mejor persona después de escuchar El barbero de Sevilla o La italiana en Argel.
Pongamos por ejemplo la obertura del Barbero y abramos por cualquier página el libro de Rabelais; acompasemos las grotescas aventuras de sus personaje con  la cadencia de las notas y tendremos un momento de felicidad.

La bella infancia de Kate Greenaway

Kate Greenaway (1846-1901) fue una artista inglesa que se dedicó al mundo de la ilustración. Hija de un dibujante y grabador ha dejado obras que van desde los libros a las tarjetas de felicitación o comerciales, de los calendarios a los almanaques y, como no podía ser menos, algunos ex-libris. La mayoría de sus personajes son niños en estado de gracia e inocencia, juegan, pasean, meriendan, bailan o viven entre las flores. En este ex-libris realizado para Sarah Nickson se puede apreciar el mundo que nos quiere transmitir, un mundo donde la ingenuidad y el candor impera, donde las flores parecen brotar con el único fin de ser recogidas durante el paseo, donde los pájaros son fieles acompañantes y hasta un sol que no vemos o una brisa que no apreciamos ayudan a dar sentido a unos tocados sencillos y agradables.